13 ene 2010

El estadio del espejo (video)


Además de divertido, el siguiente video es ilustrativo de la entrada de un niño al estadio del espejo.

Freud, como se sabe, planteó en sus escritos que el yo no existe desde el nacimiento; para formarse, decía, requiere de una "nueva operación psíquica" del sujeto, cuya naturaleza no precisó. Fue Jacques Lacan quien resolvió el asunto al plantear el estadio del espejo, su primera aportación original al saber psicoanalítico.

Apoyado en estudios de psicólogos como Wallon o Bühler, además de en la etología y la embriología de Bolk, por ejemplo, decía Lacan que dado el carácter neoténico del "cachorro humano"(*), éste anticipa en la identificación con su imagen especular una unidad virtual inexistente para él en el ámbito propioceptivo. La discordancia entre la vivencia real del cuerpo (corps morcelé) y su imagen (invertida, no se olvide) en el espejo introduce al infans en un ámbito de ficción, pero también en un desconocimiento básico. De ahora en más va a reconocerse justo ahí, donde no está.

La asunción jubilatoria (signo de la libidinización de la imago corporal), los movimientos lúdicos de reconocimiento y la búsqueda de la mirada confirmativa del Otro (que aquí brilla por su ausencia y hay que ir a llamar) son evidentes en el video, en la fascinación del niño que por primera vez se identifica con su reflejo. ¿Habrá leido el niño a Lacan? Lo dudo. Más bien parece que el estadio del espejo, a veces, funciona tal y como Lacan lo describió.

Pobre niño, se ve tan feliz. Ignora que -alienado en el espacio especular- quedará cautivo desde ahora en las redes de lo imaginario, preso de una multitud de identificaciones secundarias en cuya dialéctica los celos, la rivalidad, la envidia y la agresividad narcisistas nunca más le serán ajenos. Incluso de adulto -con suerte y en el mejor de los casos- al rasurarse cada mañana frente al espejo será gobernado por la ilusión que éste le devuelve bajo la consigna del inapelable "tú eres eso". Oculto, para sí mismo y sus semejantes, tras esa máscara que es el yo (Valéry, Pessoa, etc.) mantendrá una relación de desconocimiento con el mundo humano (Lacan).

Ay, Lacan, el origen del yo...

Ciertamente el hombre, como escribió Umberto Eco, es un "animal catóptico". Que lo disfruten, pues.



(*) "No vacilemos en considerar al hombre como un animal de nacimiento prematuro". Los complejos familiares (1938).

3 comentarios:

Alicia dijo...

Hola Gabriel, es genial el vídeo. Realmente, ¿podríamos decir que en ese descubrimiento que hace el niño hay un "instante" de locura del que lo "salva" la mirada del Otro (cuando aparece el padre también duplicado)?.
Me gustaría que me respondieras. Un abrazo desde Buenos Aires,
Alicia

Gabriel Meraz-Arriola dijo...

Hola Alicia; creo que en efecto algo tiene de "loco" la experiencia de reconocerse en un espejo. Me parece que Lacan, al plantear que el yo se forma en la identificación con la propia imagen dada como alteridad, sugiere que la la naturaleza del yo es paranoica en su origen. La unidad de la imagen especular,además, tiene como antecedente, para el niño, la visión del cuerpo del semejante, que le ofrece un "modelo gestaltico", digamos de la imagen del cuerpo. La presencia del padre, como la de los objetos del entorno (en este caso la pelota, por ejemplo)no haría sino consolidar, digamis así, la parte de alienación simbólica que hay en el estadio del espejo. Saludos

Unknown dijo...

Hola! una vez vi este video y lo descargué me pareció tremendamente hermoso, pero ahora no consigo encontrarlo. Y si quiero ver el que subiste me figura como "video privado" sabés de donde puedo sacarlo, el nombre del niño o algo?