Reseñas, semblanzas, documentos y literatura gris para el psicoanálisis
30 dic 2009
Edipo revisitado
28 dic 2009
Sándor Ferenczi, Sigmund Freud. Sobre la cabeza de Medusa
(De. Sándor Ferenczi, TEORIA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS, Lumen-Hormé, 2001)
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(De: Sigmund Freud, OBRAS COMPLETAS, Amorrortu, 1999.)
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11 dic 2009
Contribuciones a una crítica del lenguaje, de Fritz Mauthner
Hoy casi nadie recuerda a Fritz Mauthner y presumo que, en buena medida, tuvo la culpa de su olvido Ludwig Wittgenstein, quien hizo el flaco favor a nuestro autor de distinguirlo en su célebre Tractatus con una cita que iba en estos términos: "Toda filosofía es 'crítica del lenguaje'. Eso sí, no en el sentido de Mauthner". Wittgenstein, como se sabe, publicó este libro (escrito en las trincheras, en plena Primera Guerra Mundial) en 1918 y quería dar solución en él a los problemas fundamentales de la filosofía. Ya no hay nada que pensar, dijo, y mandó a los filósofos a freír espárragos a la cocina.
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Pensar y hablar. Los señores que no ven en el lenguaje más que una vestidura del pensamiento, y, por cierto, una vestidura fea y no adecuada (mientras Max Müller ve en el lenguaje una vestidura que sienta admirablemente al pensamiento, como un guante a la mano, comme un gant) alegan que es imposible una completa inteligencia entre dos hombres, una comunicación de pensamiento sin resto. Esta verdad nos será cada vez más familiar. No hay más que lenguajes individuales, y no sólo hay diferencias en los lenguajes de dos hijos de una misma lengua, sino en los mellizos de una misma madre, lo que lleva a pequeñas incompresiones de lenguaje (…) El lenguaje de un individuo no es una imagen falsa de su pensamiento, sino una imagen falsa de su mundo exterior; expresa lo que piensa individualmente; pero su pensamiento sobre el mundo de la realidad es individual y, por lo tanto, falso. Su pensar es el tesoro de experiencias adquiridas o heredadas; la razón por la que ningún hombre comprende a los demás es que cada individuo entiende tan individualmente como sus propias experiencias las experiencias acumuladas de un modo uniforme, al parecer, en la lengua materna. La culpa no está en el lenguaje sino en el pensar. El pensar es lo que, como una defectuosa vestidura, sienta mal al mundo de la realidad. El lenguaje se diferencia tan poco del pensar, como la tela del vestido. Si un traje me va mal, la culpa no será del paño.
(De: CONTRIBUCIONES A UNA CRÍTICA DEL LENGUAJE, Herder, 2001)
29 nov 2009
El Cuadro (performance)
Universidad Nacional Autónoma de México
Facultad de Filosofía y Letras
División de Educación Continua
Invitan a la
Performance:
“El Cuadro”
Texto y dirección: Susana Bercovich
Con motivo de los cien años de la publicación del texto de Freud
sobre el caso conocido como « el pequeño Hans », nos proponemos rendir
un homenaje tanto a Freud como a Herbert Graf
(nombre de « el pequeño Hans »).
Puesto que en su vida Herbert Graf fue un renombrado director de
escena de ópera, nuestro homenaje es en su mismo registro,
la escena, la performance.
El título « El cuadro » cuestiona la clásica idea del « cuadro clínico »,
des-psicologiza el caso, lo pone en el mundo,
y entonces propone otra visión. Se trata también de incursionar en nuevos
modos de transmisión distintos del clásico dispositivo académico.
La pregunta que subyace:
¿Qué relación mantiene el psicoanálisis con sus casos ?
MESA REDONDA
Moderadora: Susana Bercovich
Participantes: Gabriel Meraz, Rocío Olivares y Rodrigo Páez
SEDE: AULA MAGNA DE LA FFyL
30 de noviembre
18:00 hrs.
24 nov 2009
Presentación de libro
Mañana miércoles a las 19:00 hrs. en la librería Gandhi participo en la presentación del libro Formación y especificidades en el psicoanálisis con niños, de Georgel Moctezuma Araoz, editado por la UIC. La nota que sigue la escribí como prólogo a esta publicación.
Si se compara con la enorme cantidad de literatura que, en poco más de un siglo de existencia, ha producido el psicoanálisis, los escritos que versan sobre el llamado “análisis infantil” tienden a ser escasos. Esto a pesar de que la presencia del niño o, más exactamente, de lo infantil que insiste en el adulto, se encuentra en la base misma de la invención freudiana. El conocido aforismo de la Traumdeutung, “El sueño es la realización de un deseo inconsciente”, no dejó de precisar que se trataba de un deseo infantil.
Uno de los mayores impactos que pudo tener la doctrina analítica en la cultura, fue sin duda haber sacudido la concepción que hasta entonces se tuvo de ese ser, quien por la etapa de vida que atraviesa y por mor de costumbre llamamos niño. Como es bien sabido, las teorías de Freud sobre la sexualidad infantil derrumbaron un conjunto ideales que, con claridad desde el romanticismo, querían ver en los niños el emblema de la inocencia, la pureza, lo paradisiaco originario. Pero de manera más importante, cuando en 1909 se hizo público el caso del primer niño psicoanalizado, fue posible apreciar al niño como un sujeto deseante.
El deseo infantil -mostraba Freud- brotaba del suelo de la “angustia de castración”. Puede decirse que a partir de entonces el psicoanálisis con niños se hizo realidad. Y es que, en cierta forma, Freud construyó un niño que se ajustara bien a su invención. Un niño presa, por ejemplo, de una pulsión “epistemofílica” insaciablemente dirigida al sexo que, al no encontrar respuesta (pues no la hay) que satisfaga su curiosidad, se vuelve un teórico fantástico y genial; un inveterado hedonista guiado según las leyes del principio del placer, un niño en extremo sensible al costado significante (material) de las palabras, un especialista de la pérdida que sufre incurable la nostalgia del objeto perdido, un “perverso polimorfo”, etc. Hay, pues, un niño nacido de la experiencia analítica, y se ha llegado a hablar incluso de un “niño freudiano”, un “niño kleiniano”, un “niño lacaniano”.
La existencia del “niño del psicoanálisis” exige a los analistas elaborar las articulaciones clínicas y doctrinarias necesarias para dar cuenta de su práctica con ellos. La historia de las transformaciones “técnicas” que sufrió el dispositivo analítico para dar lugar al análisis con niños es bien conocida y puede rastrearse en los libros. Sin embargo, se ha escrito mucho menos sobre las especificidades propias de esta práctica analítica, sobre la singularidad que, más allá de toda posible semejanza o equivalencia que en teoría tiene el análisis infantil con el de los adultos, surgen de la presencia efectiva de un niño en un consultorio o en un espacio analítico.
Preguntas sobre la especificidad de la transferencia infantil y el lugar que en ella tienen los padres, la temporalidad, la repetición, el final (que el autor –pertinentemente- llama “salida”) del análisis, son planteadas en este libro de un modo que no deja de articular, mediante exposiciones claras y una lectura personal y ecléctica, algunos de los conceptos que diversos analistas han aportado al saber sobre la infancia con aspectos centrales y problemas ineludibles de la práctica analítica con niños.
El segundo capítulo, “Sobre la historia del “psicoanálisis infantil” en México y su relación con el problema de la formación”, ofrece una interesante visita a los momentos en que el análisis infantil corrió el riesgo en nuestro país -aún no del todo librado, hay que decirlo- de convertirse en una “especialidad” no muy distante de la pediatría o la pedagogía. El arduo problema que ha planteado de manera histórica la cuestión llamada “formación” de los psicoanalistas, es llevado aquí a un conjunto de interrogantes que surgen de las especificidades de este ámbito de la práctica analítica.
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Ilustración de Lorena de la Rocha
19 nov 2009
J.-B. Pontalis. El escritorio del psicoanalista
Un texto de J.-B. Pontalis sobre la relación del psicoanalista con la escritura.
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(De: LA FUERZA DE ATRACCIÓN, Siglo XXI, 1993)
15 nov 2009
Escritos, de Jacques Lacan
"La ilegibilidad de lo legible es, quizá, el extremo de la transparencia". Edmond Jabès
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Reacio a producir en forma de “libro”[1], Lacan dio a publicar además de un artículo de enciclopedia un conjunto de conferencias y artículos dispersos en revistas y boletines especializados, absolutamente inhallables en otro lugar que no fueran los cajones de su mesa de trabajo o el closet de su casa de la Rue de Lille. La insistencia (aunada a un supremo talento como editor) de François Wahl, convenció a Lacan de realizar una selección de sus textos y reunirlos en un volumen que a la postre llevaría por título Escritos.
[2] Roudinesco E., Lacan, FCE, Colombia, 2000, p. 472
[3] Tres años después, el primer tomo de la edición de bolsillo vendía más de ciento veinte mil ejemplares, y el segundo más de cincuenta y cinco mil, batiendo records editoriales en Francia. En esos días, Lacan ironizaba en su seminario sobre la recepción de su libro: “Lo que salva, sin embargo, mis Escritos, del accidente que tuvieron, o sea de que se los leyera en seguida, es que son de todas maneras un worst-seller”. Lacan, J. Seminario 17, El reverso del psicoanálisis, Buenos Aires, Paidós, 1992, p. 208
[4] Ya en 1938 Edouard Pichon se expresaba en estos términos sobre el estilo de Lacan: ·”sería del interés de todos los especialistas en psicopatología que él [Lacan] se liberara de cierta coraza en que su espíritu se encierra, coraza hecha a la vez de una jerga de secta y de un preciosismo personal. Ello perjudica sus obras”. Citado por M. Arrivé en Lenguaje y psicoanálisis, lingüística e inconsciente, Siglo XXI, México, 2004, p. 244
[5] Lacan, J., El seminario 20, Aún, Paidós, Barcelona, 1981, p. 37
[6] El placer del texto, Siglo XXI, Argentina, 1973, p. 62
[7] J. Derrida, Entrevista con Carmen González Marín, Revista de Occidente, 62-63, 1986, p. 163
[8] Cfr. Lacan, J., “El tiempo lógico…” en Escritos 1, Siglo XXI, México, 1994, pp. 187-204
[9] Cfr. Lacan, J., “De un designio”, en Escritos 1, Siglo XXI, México, 1994, pp. 349-353
[10] Dits et écrits,Vol. IV, (1980-1988), Gallimard, Paris, 1994, p. 205
13 nov 2009
Jacques-Alain Miller. La U. P. J.-L. o la educación freudiana del pueblo francés
El fin de semana pasado, el 8 de noviembre, Jacques-Alain Miller anunció en París la creación de la Université Populaire Jacques-Lacan. El texto que sigue acompañó la fundación de la misma. Se trata, para Miller, del "momento de concluir" en lo que se refiere al espinoso asunto de la relación del psicoanálisis con la universidad. En el artículo que dedicó al tema: "¿Debe enseñarse el psicoanálisis en la universidad?" (1918) Freud enunció una postura clara: la universidad puede beneficiarse si integra el psicoanálisis en sus programas, pero no a la inversa, ya que no es posible "aprender cabalmente el psicoanálisis" en un aula universitaria (esto es obvio, si uno admite que el análisis algo tiene de "enseñable"). Lacan hizo lo propio al distinguir con claridad el discurso analítico del discurso universitario. Dicho rápidamente, en el primero la posición de agente es ocupada por el objeto a minúscula, mientras que en el segundo el agente es el saber. La universidad transmite un saber preconstituido, distinto del saber ligado a la invención que corresponde al análisis como experiencia. Sin embargo, Miller se ha tomado en serio llevar a cabo una "educación freudiana del pueblo francés", y no esconde la ilusión de extenderla a otras latitudes. La pregunta que surge es: ¿Dónde quedará lo que hay de real en la "formación" de los analistas de seguir proliferando un modelo universitario de transmisión? ¿A dónde llevará al psicoanálisis el sueño de una "humanidad analizante"?
Para leer el texto de Miller en francés hacer click aquí
Hace ya algún tiempo que había puesto la idea a discusión, la de crear un potente polo de enseñanza en París, reuniendo bajo un mismo titular, sin poner en cuestión su autonomía de funcionamiento, las enseñanzas de la Escuela, las del Département de Psychanalyse, las dos Sections cliniques, el Collège freudien pour la formation permenente, l'Envers de Paris, los Grupos del Campo freudiano, ¿y qué más? Llegué hasta a evocar la idea de una Universidad europea y esta idea ha sido sostenida por Uforca, bien acogida tanto en España como en Italia.
Faltaba lo que Stendhal llama "cristalizació
Digo "Universidad popular", porque el término es conocido, está en curso, y porque indica muy bien que nos tomaremos a pecho esta "educación freudiana del pueblo francés" por la que hacía mis votos a principios de este decenio – salvo para extenderla a todos los pueblos, tal como nos anima a hacerlo el ejemplo de Mirta Kadivar en la República islámica de Irán. Las religiones han conseguido orientar a la humanidad hacia divinidades de utilidad dudosa, y cuya existencia está sujeta a controversias. ¿Por qué retroceder ante la noción de una humanidad analizante? No es algo para mañana, se lo concedo - ¿pero para pasado mañana? ¡Tomorrow, the World!
Será una asociación sin fines de lucro; intentaremos que sea reconocida de utilidad pública.
Alojará el Polo parisino del que hablaba, al que se añadirán los principales establecimiento de Uforca, y los mejores del extranjero, como el ICBA (Instituto Clínico de Buenos Aires) o el Seminario franco búlgaro distinguido por Judith Miller.
Veo que ayudará a los establecimientos de enseñanza del Campo Freudiano a reconfigurarse y a perfeccionarse, sobre la base del voluntariado y, ya lo dije, con el respeto por las autonomías de gestión. Reducir al mínimo el número de establecimientos de gestión directa.
Hago el acto. No tengo más detalles para comunicar. Los discutiremos después, con el espíritu de las Jornadas, win-win. Esta Universidad Popular la construiré a cielo abierto, bajo la tiranía de la transparencia, con aquellos que querrán colaborar con ella, en particular en el Journal des Journées, y en Twitter.
6 nov 2009
Sándor Ferenczi. «Discurso de fundación de la IPA»
Con su gesto, Freud dejaba en claro que el lazo entre analistas puede sucumbir, como todo vínculo humano, a la pérdida de interés y el deterioro, pero también que el lazo del psicoanalista con la sociedad que integra en modo alguno es vitalicio; para hacerlo vigente, parecía decirles Freud, era preciso refrendarlo mediante el deseo.
Hacia el final de su carta, Freud sugería que el mismo procedimiento se repitiera a razón de cada tres años. Sin embargo, tal renovación del lazo analítico con la Sociedad y sus miembros nunca se repitió. Tres años después tuvo lugar la fundación de la IPA (por sus siglas en inglés, lengua oficial desde 1936).
Freud quería desplazar el núcleo del "movimiento analítico" de Viena a Zürich, donde un centro universitario acababa de abrir sus puertas al psicoanálisis (eso lo consiguió). Quería dejar de ocupar el primer plano, al considerar que su persona condensaba toda la mezcla de amor y odio que un padre despierta en sus hijos (eso lo consiguió a medias, además erró su elección y le salió muy caro: Wittels cuenta que ya en Nuremberg algunos suizos alborotaban por el supuesto "pansexualismo" del análisis). Y quería despachar con su acción algunas diferencias con el grupo de Viena, señaladamente Adler y Stekel, quienes, como era de esperarse, se opusieron resueltamente a la propuesta de Ferenczi. Veamos cómo lo hizo.
Después de la primera jornada del Congreso, por la tarde, los de Viena decidieron reunirse en una de las salas del Gran Hotel de Nuremberg para discutir la -a sus ojos inaudita- situación. De pronto, sin estar invitado, llegó Freud a la reunión. Según Wittels nunca le habían visto en tal estado de excitación y les dirigió estas palabras: "Son casi todos judíos y, por consecuencia, no aptos para conquistar amigos para la nueva doctrina. Es necesario que los judíos se resignen a ser el estercolero de la civilización. Es necesario que me relacione con la ciencia; estoy viejo, y estoy cansado de ser perseguido. Todos estamos en peligro". Casi arrancándose el abrigo continuó: "No quieren dejarme ni un abrigo para cuidarme las espaldas. El suizo nos salvará, me salvará a mí, y también a todos ustedes". (**)
Los vieneses no quedaron convencidos de las justificaciones de Freud, pero al final recularon y -previo acuerdo de que Jung presidiera solamente dos años- la propuesta de la Asociación fue aprobada. Freud cedió a Adler la presidencia de la Sociedad Psicoanalítica de Viena y nombró vicepresidente a Stekel. La "política del psicoanálisis" nacía de manera oficial.
El exordio de Ferenczi llevaba por título: "Informe sobre la necesidad de una unión más estrecha de los adeptos de la teoría freudiana y proposición para la fundación de una organización internacional permanente", pero en su obra editada figura bajo una rotulación algo insulsa: "Sobre la historia del movimiento psicoanalítico".
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A vuelta de correo, Ferenczi asumió la responsabilidad de lo ocurrido, y depositó la culpa en su "complejo fraterno": "Me he sentido decepcionado y un poco deprimido al ver que mi proposición tropezaba con la resistencia de los vieneses, por motivos personales. Mi complejo fraterno se puso seguramente en juego (¡por ejemplo, no quería renunciar a los pasajes controvertidos!)" (5 de abril).
Sea como fuere, es de agradecer que Ferenczi se dejara ganar del susodicho "complejo". De suprimir los "pasajes controvertidos" nos habría privado muy seguramente de una verdadera gema para el estudio de las sociedades de psicoanálisis. Entre los más llamativos (las metáforas bélicas, el enlace constante de los ámbitos conocidos como "intensión" y "extensión") destacan por su importancia y consecuencias aquellos donde Freud es situado explícitamente en el lugar de un Pater familias, y en donde se plantea como modus operandi de la Asociación a fundar la estructura familiareructurd una familia. Ni más ni menos. (Y ya se sabe que -fuera de la IPA- el lacanismo no quedó exento de una "transmisión familiar", pero esa es otra historia...)
A decir de Wittels, en el Congreso de Nuremberg Freud adoptó el papel del "padre de la horda primitiva de Darwin".
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Han pasado noventa y nueve años y parece que estaba en lo cierto. Quizá a partir de ese momento el "movimiento analítico" conocía su "pubertad", tendría sus "crisis adolescentes". Freud esperaba -eso le decía a Ferenczi en la carta- un "periodo de juventud próspero y bello".
¿Lo vio llegar? Hum, no sé. Empezaba -en especial para el llamado "padre del psicoanálisis"- una etapa difícil...
Para descargar en Word el discurso de Ferenczi haz un click aquí.
(*) E. Jones, FREUD, Salvat, Barcelona, 1985, p. 273.
(**) F. R. Wittels, FREUD, Editorial Paix, Santiago de Chile, 1936, p. 101.
Claude Lévi-Strauss (1908-2009)
Dos fragmentos de entrevista de Lévi-Strauss con un instigante Didier Eribon:
"(...) D. E. ¿Cuándo leyó a Freud?
D. E.- Después usted ha lanzado palabras bastante duras contra el psicoanálisis.
"(...) D. E.- A Lacan lo conoció usted muy bien.
D. E. - ¿Qué piensa de sus trabajos?
D. E.- Sin embargo, usted le ha citado...
C. L-S. -Una sola vez creo, y sobre todo por amistad.
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C. L-S. Nunca habló de ese tema, aunque es posible.
D. E. -Jamás pensó usted en presentar su candidatura al Colegio de Francia?
C L-S. -No se me ocurrió nunca. Y por lo que a él se refiere ya acabo de decirle que nunca me hizo la menor alusión, ni se la hizo, estando yo presenté, a Merleau-Ponty.
(De: DE CERCA Y DE LEJOS, Alianza Editorial, 1990)
Parece que la noticia de la muerte de Lévi-Strauss enteró a mucha gente de que seguía vivo. Aquí en La Jornada. Aquí en Le Monde.
29 oct 2009
Presentación de libro
El día de hoy se presenta el libro Autismo, subjetividad e intervención psicoanalítica, editado por la Universidad Intercontinental. La cita es a las 19:00 hrs. en la librería Gandhi (Miguel Angel de Quevedo).